Siguiendo con los dos Proyectos Landmark del Festival de Diseño de Londres de este año, de los cuales del primero ya hablé en una entrada anterior (villa walala), vengo a presentaros el trabajo "Urban Cabin" instalado en el patio de Oxo Tower Wharf.
El arquitecto y diseñador británico Sam Jacob se asoció con MINI LIVING para crear una "cabina urbana" durante este festival de diseño. Se trata de una especie de refugio urbano que ofrece a los visitantes un espacio para investigar y relajarse durante el festival.
MINI LIVING es un proyecto de investigación que la empresa de automóviles MINI ha llevado a cabo. Es una traducción de uno de sus principios clave, el uso creativo del espacio, en este caso en nuevas soluciones para hábitats urbanos. Buscan responder nuevos desafíos de una manera que combine sus conocimientos de diseño con el espíritu de la experiencia y la diversión.
Este proyecto en concreto se propone abordar un tema importante en las metrópolis actuales. Ciudades populares como Londres, Nueva York o Shanghái se enfrentan a una sobrepoblación que tiene un problema el suministro de viviendas. Este proyecto propone, por tanto, crear Urban Cabins (cabinas urbanas) específicamente adaptadas para cada una de estas ciudades, siendo Londres la primera de este proyecto.
El propósito de The Urban Cabin es crear una casa con espacio limitado inspirado en el entorno local; una cabina que se funde con el paisaje de Londres, con una ciudad que incorpora influencias culturales de todo el mundo, que combina edificios antiguos e históricos y sitios culturales con estructuras modernas e innovación.
La cabina demuestra, por tanto, cómo trabajar creativamente con espacio limitado. MINI LIVING cree que el uso creativo del espacio es clave para encontrar nuevos enfoques para las ciudades que amamos. En un mundo diseñado cada vez más genérico, confiamos en convertir los espacios en lugares.
Esta cabina urbana de 15m2 está diseñada para un futuro cuando los hogares se conviertan en un recurso compartido.
El diseño interior de la cabina se basa en necesidades muy específicas y culturales. La cocina y la micro biblioteca han sido diseñadas por el arquitecto local Sam Jacob, quien implementó su visión sobre lo que Londres podría necesitar.
Sam Jacob es el director de Sam Jacob Studio y profesor de arquitectura en la Universidad de Illinois en Chicago. Este arquitecto con sede en Londres es, además, columnista de Dezeen. Sus otros proyectos recientes incluyen un mausoleo emergente en el cementerio de Highgate y un refugio de refugiados en Venecia.
En el caso de este proyecto, el arquitecto local tenía dos tareas: la primera era diseñar una cocina, porque desde MINI pensaban que se podían ver mejor las diferencias culturales desde la cocina (cómo se reúnen las personas, qué y cómo cocinan...). La cocina compartida simboliza, además, la importancia de los mercados de alimentos en la cultura moderna.
La segunda tarea era pensar en lo que realmente es único o lo que falta en su ciudad o lo que ellos creen que es un problema. Frente a esto, Jacob creó una micro-biblioteca que tiene como objetivo proporcionar a los londinenses un espacio de investigación. En este caso, hace hincapié a la importancia de preservar los espacios públicos para que las personas puedan leer, haciendo alusión a la disminución del número de bibliotecas públicas que se han enfrentado al cierre tras los recortes de fondos. En un intento por resucitar la biblioteca como un espacio para aprender, pedir prestado y conocer gente, trajeron una mezcla de libros de diseño moderno y clásicos atemporales que reflejaban los últimos 400 años de la vida de Londres, entre los cuales podemos ver todo tipo de libros relacionados con esta, desde Mary Poppins hasta textos del director del Museo de Diseño, Deyan Sudjic. Cuando la instalación concluyó, todos los libros recibieron una nueva vida en las tiendas de caridad, colegios y bibliotecas públicas de toda la ciudad.
El propio autor nos recalca lo importantes que son los libros en la vida de las personas, ya que nos hacen ver la personalidad de cada uno y qué tipo de personas somos depende del tipo de libros que tenemos en los estantes de nuestras casas. Afirma que Londres no es una historia escrita por una sola persona, sino que se asemeja más a una biblioteca.
La biblioteca está hecha de una variedad de materiales apilados como estanterías. El terrazo forma la base, mientras que otras capas están hechas de espuma expansiva y acrílico translúcido. Su idea era que estuviese construida de la misma manera que las estanterías, por lo que Jacob apiló los materiales como si fuesen libros. Es un espacio que comienza resultando más sólido y se vuelve más transparente a medida que aumenta. Las texturas rugosas de la biblioteca de Jacob ofrecen un marcado contraste con el exterior de la cabina, que está cubierta con paneles de cobre y malla de cobre, para proporcionar reflejos del entorno.
Un corte en diagonal en el piso de madera separa este espacio, en el cual podemos encontrar una hamaca que cuelga debajo de una claraboya donde los residentes pueden leer mientras disfrutan de las vistas al exterior a través de lamas plegables, del espacio de la cocina. Jacob hizo además otras adaptaciones a la pequeña residencia. Por ejemplo, una mesa se pliega en la parte trasera para formar un comedor informal al aire libre, en homenaje a los mercados de alimentos de la ciudad.
Con esta primera representación en el London Design Festical, MINI LIVING tuvo como objetivo inspirar a las personas a crear su propio estilo de vida personal en medio de la ciudad en la que viven. A partir de esta intervención y del éxito logrado, se han creado algunas cabinas urbanas más.
Una de ellas que exhibió en Nueva York durante Archtober (mes de arquitectura y diseño). En este caso, el encargado de este proyecto en Greenwich Village fue la agencia joven Bureau V.
La cabina ha sido creada como un modelo para una pequeña sala de estar. Es una instalación itinerante diseñada para ser adaptada por diferentes diseñadores y arquitectos de todo el mundo. Se trata de un espacio donde, con la colaboración de Bureau V, se ha añadido una cocina y una habitación amarilla dentro de la estructura cuadrada.
La cabina representa un espacio abierto que ofrece un nuevo hogar en un lugar nuevo. Un lugar de inspiración y urbanización. El propósito de este proyecto era crear una de la cabina que hiciese referencia a la ciudad de la Nueva York como una ciudad energizada y enriquecida por el aporte de generaciones sucesivas de inmigrantes. De este modo, querían que estuviese diseñada para explorar lo que el concepto de hogar significa para un inmigrante.
Por ello, además de ofrecer refugio, esta cabina de Nueva York proporciona valiosos recursos de información para los inmigrantes de la ciudad. Para acceder a esta información, nos encontramos con una biblioteca colgante ingeniosamente diseñada para ahorrar espacio y dinero que ha sido establecida mediante un sistema de cuerdas y poleas que recuerda a los sistemas de descarga de los antiguos astilleros de la ciudad.
Mientras tanto, dentro de las dos extensiones de Bureau V, predominan colores alegres, mientras que los materiales duros y blandos se voltean para crear efectos estructurales contrastantes. El metal pulido de las paredes de la cocina puede hacer referencia a las del comedor cálsico estadounidense, pero en este caso las superficies duras están en el interior y no en el exterior. Del mismo modo, el exterior de la "sala de experiencias" del proyecto presenta una fachada puntiaguda.
La fachada utiliza vidrio acrílico iridiscente y sus colores cambian con cada movimiento; se trata del ángulo de visión. Sin duda, una de las característica dominante de la cabina es un cómodo color amarillo brillante, que también podemos encontrar en los revestimientos metálicos puntiagudos del exterior.
El interior de la cabina es un lugar de inspiración, un lugar para descansar en medio de todo. El área con la hamaca puede abrirse al público y actuar como un pequeño jardín. En su condición cerrada, brinda privacidad rodeada de plantas y el sol entra por las coloridas ventanas.
Cuando se ve junto con su interior acogedor, la cabina se convierte en una metáfora de las primeras impresiones de muchas personas de una ciudad, donde "el diseño puede ayudar a que una ciudad exteriormente hostil y poco atractiva como Nueva York se convierta en un lugar acogedor para nuevas personas" explican los artistas.
Por otro lado, entre los últimos trabajos de este proyecto quiero destacaros el MINI LIVING de Shanghai.
Shanghai es un gran ejemplo de como, a medida que la urbanización continúa ganando terreno, los espacios de vida atractivos en las grandes ciudades son cada vez más escasos. De hecho, más personas que nunca viven dentro de un espacio cada vez menor.
Con MINI LIVING, MINI aborda estos desarrollos y crea el primer proyecto de convivencia en China. Su propósito es trasformar un complejo industrial en una iniciativa de convivencia múltiple compuesta por apartamentos, espacios de trabajo y ofertas culturales y de ocio. Para cumplir esta propuesta, programada para comenzar sobre estas fechas de fin de año, tendrá colaboración del desarrollador chino de proyectos Nova Property Investment Co.
Siguiendo con el lema de la marca "uso creativo del espacio", se ofrecerá la máxima calidad de vida posible en una antigua fábrica. El proyecto en esta ciudad se basa en un concepto innovador de convivencia. En este caso, un grupo de seis edificio será el que se convierta en un vibrante vecindario urbano. Será un hogar para solteros, personas en pareja y familias a corto, mediano y largo plazo. El diseño y, por tanto, el carácter de los interiores de los apartamentos es internacional, moderno y limpio, y presenta referencias a la historia de Shanghai.
También se ofrece un espacio para experimentar en comunidad. Los vestíbulos de tamaño generoso brindan un excelente lugar para pasar el rato, mientras que las áreas de exhibición y el mercado de alimentos invitan a mirar más de cerca. Las instalaciones disponibles también incluyen jardines, áreas de juego, tiendas y restaurantes, a los que también podrán acceder las personas que viven en otros lugares de Shanghái. MINI LIVING desea fomentar la interacción social, no solo entre los propios residentes, sino también entre personas de otras partes de la ciudad.
Además del espacio en sí, el proyecto también comprende servicios adicionales a los que se puede acceder digitalmente. Por ejemplo, los residentes pueden hacer reservas en restaurantes, reservar habitaciones y servicios de limpieza, pedir comida y opciones de movilidad de alquiler.
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